Cinesa Heron City - 23/02/2012
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Hugo es un huérfano que vive escondido tras las muros de una estación de trenes de París. Llegó allí de la mano de su tío el encargado del mantenimiento de los relojes tras la muerte de su padre, un relojero a cargo de un museo que se incendió (interpretado por un fugaz Jude Law). En la estación Hugo sobrevive del pillaje, ya que su tío desaparece. La meta de Hugo es arreglar un autómata escritor que su padre rescató del olvido del mueso, ya que cree que este contiene un mensaje que su padre le quiere hacer llegar. Para ello contará con la ayuda de un tanto repelente Isabel (Chloe Moretz, Kick-Ass), la hija adoptiva de George Méliês (Ben Kingsley), venido a menos y que está a cargo de una pequeña juguetería en la estación.
La película en realidad son dos películas en una. Por un lado está la trama narrada en estilo cuento infantil de Hugo, donde un huérfano investigando el mensaje oculto en un autómata averigua el último deseo de su padre, que sea feliz con una nueva familia. E insertado dentro de este cuento, Scorsese hace una metareflexión sobre el cine, la gran fábrica de sueños, a través de un mini biopic de George Méliès.
Además, en la película hay dos historias secundarias (tirando a terciarias) de dos parejas de personajes que habitan en la estación y que se enamoran. Siendo la de mayor peso, la historia del policía de la estación con la florista, donde el policía lo interpreta nada más y nada menos que Sacha Baron Cohen (Borat). El hecho de que sean historias narradas casi sin diálogos, en París y con música melosa, da sensación de guiño a Amelie.
La cinta rodada en 3D se tiene que ver en pantallas de cine. Ya que el hecho de que este ambientada en una estación de trenes del París de 1925, le brinda a Scorsese la excusa perfecta para introducir texturas al metraje. Pudiéndose apreciarse en cualquier plano de cine (del que podría llamarse 2D/convencional) sutiles texturas 3D: humo de los trenes, copos de nieve flotando, polen de flores, etc. Hecho que no distrae al espectador de la narración, pero recuerda que se está viendo una película 3D. Ampliando así la sensación de 3D, no imitándose solo a los popularmente abusivos travellings vertiginosos (que también los hay).
Los dos pequeños problemas que hay son, por un lado el clásico en estos tiempos de explotación puramente comercial, que las salas "3D" (salas de cine en las que entregan unas gafa-pasta a la entrada) no están adaptadas. Desdoblándose las imágenes por momentos debido a la calidad del proyector, y perdiendo ángulos de la pantalla. Hecho que hace que de la sensación de estar disfrutando la proyección al 80%. Y por otro lado, en la versión doblada al castellano, el actor que interpreta a Hugo, sobreactúa excesivamente para el personaje. Y aquí se entra en el conflicto: ¿Dónde se puede ver una película en 3D con calidad y en VOSE? Porque no muy a nuestro pesar, las salas VOSE son muy limitadas en cuanto al apartado técnico se refiere.
La cinta dura dos horas, la primera es la historia de Hugo y la segunda consta del biopic y la resolución de la trama. En tratarse de lo que podría llamarse un 2x1 hace que la valoración global dependa si han gustado las dos historias, solo una de ellas o ninguna. Pero la parte que da a conocer en la campaña publicitaria, la de la historia de Hugo, cabe decir que es una entrañable narración donde como reflexiona Hugo: "Las máquinas tienen las piezas exactas, no les sobra ni una, y todas tienen su función. Y el mundo es como una gran máquina, y funciona correctamente. Por lo tanto, si yo soy una pieza de este mundo, tengo una función y mi misión es saber cual es".
1 comentario:
Considero que hay un par de escenas en donde el guión se hace empalagoso e inverosimil
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