Miércoles 30/11/11
20:30 Cinesa La Maquinista
TR3SC 1, 25 Euros
Año 2020, Charlie Kenton (Hugh Jackman) es un boxeador fracasado que pierde la posibilidad de ganar un título cuando poderosos robots comienzan a competir ya que aportan la violencia que cualquier combate humano no puede alcanzar.
Charlie, cinvertido en un promotor de poca monta, sobrevive trapicheando, recomprando y ensamblando robots de bajo costo, a los que apunta en peleas del circuito amateur.
Tras perder un combate, le comunican que su ex ha fallecido y que le corresponde la tutela de su hijo Max (Dakota Goyo) al que practicamente no conoce. Durante el juicio, pacta con el marido de la tía de Max, que por un módico precio les cede la cuatodia y que se hará cargo de Max mientras hacen la vacaciones que tenían planeadas.
Max es un fanático de las luchas de robots, por lo que encuentra un vínculo en común con ese desconocido que dice ser su padre.
Tras perder otra vez un combate, acuden a un desgüace para recoger piezas para montar un robot, donde Max se encuentra con un antiguo modelo de sparring que solo servía para recibir golpes: Atom. Pero decide quedarselo. Con la ayuda de su padre ex-boxeador lo reprograman y le enseñan a boxear, ya que el robot tiene un modo de imitación con el que registran movimientos para usarlos en combate. Además se deja entrever que Atom tiene un punto de humanidad. Consiguiendo que en combate tenga un estilo diferente, cosa bastante insolita en un mundo de luchas de robots programados para destruir.
A medida que suben las apuestas en la brutal arena en la que todo vale, Charlie y Max, contra todos los pronósticos, empiezan a triunfar y a establecer un vinculo padre-hijo con esta pasión que comparten.
La película de Dreamworks, tiende hacia la sensiblería típica de Disney. Ya que narra la historia de un bala perdida que a raíz de reecontrarse con su hijo, se reencuentra consigo mismo y con el amor de Bailey (Evangeline Lilly, actriz de reparto/guapita/bulto).
El guión es completamente previsible y quizá recurren excesivamente a las escenas pastelosas y a las lágrimas.
Película que por ser de boxeo es perfectamente familiar, ya que las escenas de boxeo no son más violentas que muchos videojuegos. Vendría a ser como poner en una coctelera Rocky, Herbie, Wall-e, Campeón y peliculas tipo Papa por sorpresa, agitar bien fuerte y servir.
Para pasar la tarde es entretenida, ya que es curioso lo de los combates de la WBR (World Robot Boxing) a lo WWF.
Charlie, cinvertido en un promotor de poca monta, sobrevive trapicheando, recomprando y ensamblando robots de bajo costo, a los que apunta en peleas del circuito amateur.
Tras perder un combate, le comunican que su ex ha fallecido y que le corresponde la tutela de su hijo Max (Dakota Goyo) al que practicamente no conoce. Durante el juicio, pacta con el marido de la tía de Max, que por un módico precio les cede la cuatodia y que se hará cargo de Max mientras hacen la vacaciones que tenían planeadas.
Max es un fanático de las luchas de robots, por lo que encuentra un vínculo en común con ese desconocido que dice ser su padre.
Tras perder otra vez un combate, acuden a un desgüace para recoger piezas para montar un robot, donde Max se encuentra con un antiguo modelo de sparring que solo servía para recibir golpes: Atom. Pero decide quedarselo. Con la ayuda de su padre ex-boxeador lo reprograman y le enseñan a boxear, ya que el robot tiene un modo de imitación con el que registran movimientos para usarlos en combate. Además se deja entrever que Atom tiene un punto de humanidad. Consiguiendo que en combate tenga un estilo diferente, cosa bastante insolita en un mundo de luchas de robots programados para destruir.
A medida que suben las apuestas en la brutal arena en la que todo vale, Charlie y Max, contra todos los pronósticos, empiezan a triunfar y a establecer un vinculo padre-hijo con esta pasión que comparten.
La película de Dreamworks, tiende hacia la sensiblería típica de Disney. Ya que narra la historia de un bala perdida que a raíz de reecontrarse con su hijo, se reencuentra consigo mismo y con el amor de Bailey (Evangeline Lilly, actriz de reparto/guapita/bulto).
El guión es completamente previsible y quizá recurren excesivamente a las escenas pastelosas y a las lágrimas.
Película que por ser de boxeo es perfectamente familiar, ya que las escenas de boxeo no son más violentas que muchos videojuegos. Vendría a ser como poner en una coctelera Rocky, Herbie, Wall-e, Campeón y peliculas tipo Papa por sorpresa, agitar bien fuerte y servir.
Para pasar la tarde es entretenida, ya que es curioso lo de los combates de la WBR (World Robot Boxing) a lo WWF.