Drive narra la historia de Ryan Gosling (Driver), un muchacho bonachón y solitario que durante el día es mecánico en un taller con colaboraciones puntuales como especialista de cine conduciendo coches y por las noches se saca un extra conduciendo en crímenes. Él solo conduce y ni quiere saber ni participar en los golpes. Su vida solitaria, se ve alterada cuando conoce a su vecina Carey Mulligan, quien está casada con un tipo que acaba de salir de la cárcel. El marido debe dinero a quienes le dieron protección dentro de la cárcel, por lo que decide ayudarle y dar un golpe con él.
Por otro lado está el amo del taller, Bryan Cranstron (Breaking Bad, Malcom in the Middle), que quiere montar una escudería de carreras, por lo que recurre a los contactos de pequeños mafiosos, Albert Brooks y el mítico Ron Perlman (Hellboy). Y a partir de aqui se establece la trama de la película donde un golpe de los pequeños mafiosos se ve interceptado por el marido de la vecina.
Es un film con un ritmo muy pausado, de planos largos, silencios, narración por cortes, con pocos diálogos. Pero a la vez con escenas muy explicitas y violencia bastante cruda. Curiosa mezcla que le está aportando grandes críticas y éxito. Además desde Criticoon nos declaramos fans de Ryan Gosling desde The Believer, y garantizamos que no defrauda.
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